Empezaste sólo, como autónomo, tu negocio creció, contrataste a un ayudante o dos. Y, sin saber cómo, te encontraste con la necesidad de dar un paso más. Te convertiste en empresario. Sólo tú y tu familia sabéis lo que costó este proceso. Costó dinero, correr riesgos, sacrificios familiares (que te hablen a ti de conciliación), nervios, miedos, enemistades, ¡y tantas otras cosas!
Y la cosa no terminó aquí. Tuviste que olvidarte de tu profesión para dedicarte a poner orden. Primero lo hacías todo tú, pero pronto viste que, como el volumen crecía, necesitabas más personal de soporte administrativo o secciones auxiliares. Entraste en una espiral de crecimiento que, nuevamente, tuvo sus cotas de sufrimiento, nervios, afectaciones en la vida familiar y, por encima de todo, mucha incomprensión. A lo mejor has caído en la trampa de colocar en la empresa familiares, amigos, familiares de amigos, amigos de familiares, etc. ¡Y suerte que el tuyo es un caso de éxito!
Por cierto, espero que ya hayas separado por completo tu economía familiar de la de la empresa. Muchos empresarios no lo hacen.
Has llegado hasta aquí, tu empresa funciona y va creciendo cada año. ¿Cuál es el siguiente paso? El más difícil: encontrar la relación adecuada entre tu familia y tu empresa. Con independencia de si hasta ahora las has mantenido separadas o has permitido algunas permeabilidades, ahora es el momento de evitar males mayores para cuando decidas hacer el relevo en tu empresa. También en este tema hay que poner orden. Es importante, porque lo que está en juego lo es. A tus descendientes les será muy difícil reconducir lo que no resuelvas tú ahora.
Por si te sirve de ayuda, me permito hacerte estos 10 consejos clave para un relevo sin problemas en tu empresa familiar.
- Piensa en quién debería ser tu sucesor. Céntrate en quién es el mas capacitado, no en la edad, la formación académica u otras consideraciones.
- Puede ser o no miembro de la familia. No olvides que es un sucesor, no un clon tuyo. Prepárate para asumir que lo ideal, seguramente, no es repetir tu historia, sino mantener los valores con mirada renovada. Mentalízate.
- Si es miembro de la familia, desliga completamente su rol familiar del que deberá asumir en el negocio.
- Habla con él. Asegúrate de que él también lo desee. Piensa que puede mentir para no decepcionarte. Pónselo fácil. Si no tiene ilusión, no te sirve. Tendrás que buscar una alternativa.
- Afronta la conversación difícil. Expón tus argumentos y tu decisión. Escucha. Amplia el tema de conversación a otras cuestiones, como propiedades familiares o decisiones testamentarias. El objetivo es llegar a un gran acuerdo familiar. Seguro que esta parte del proceso puede durar semanas, meses o años. Lo importante es que sea una comunicación franca y sin que nadie se guarde nada en el tintero.
- El acuerdo familiar se puede o no, protocolizar. Lo importante es que no queden dudas. Sobre todo, ha de quedar meridianamente claro quién será propietario, quien dirigirá y quién y en qué condiciones podrá ser empleado de la empresa. Personalmente, me inclino por ser muy restrictivo en este último punto. Pero hay que ser prudente y analizar
- Consensua con tu sucesor el plan de relevo y cúmplelo a rajatabla. Cuanto más te anticipes, más tiempo tendréis para hacer un relevo suave.
- Cuando se produzca el cambio de responsable de la gerencia, intenta tener controlados los objetivos, pero cede a tu sucesor, sin inmiscuirte, la gestión del “día a día” y la ejecución del presupuesto anual.
- Para ello, y aunque la empresa sea pequeña, haz operativo el consejo de administración, presídelo y, cada año, aprobad y controlad el presupuesto. Si asumes bien tu nuevo rol, tendrás el control de lo importante.
- Mantén siempre separadas las reuniones del consejo de las celebraciones familiares. Según las circunstancias, se pueden confundir. Éste es un argumento de peso para incorporar consejeros externos a la familia e, incluso, a la empresa.
Como ves, todo esto lo tienes que liderar tú. Para tus hijos sería mucho más complicado, por no decir que, en muchos casos, imposible sin graves daños personales, familiares y empresariales.
Seguiremos hablando del tema y profundizando en los diferentes aspectos que te he expuesto. También puedes leer otros artículos sobre la empresa familiar y el relevo generacional.
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